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Asimismo, compartió que en su mayoría coinciden en que la tecnología será necesaria para hacer crecer las utilidades de la empresa, mientras que un 40% destaca que la innovación sería la llave maestra para impulsar el negocio.

Por lo que se espera, que, en un futuro cercano, los departamentos de tecnología cobren mayor relevancia al interior de las empresas, esperando incluso asuman un rol más protagónico que el actual.

La encuesta de TechRepublic indica que las tecnologías que soporten el trabajo remoto son las que recibirán más inversión este año: conectividad y seguridad informática son las principales en la lista. El 26% de los encuestados dijo que gastará más que nunca en este tipo de tecnologías, dado que 1 de cada 5 empleados seguirá trabajando desde sus casas incluso después de que se normalice la situación sanitaria.

Los pesos bien invertidos tienen impactos notorios. De acuerdo con Deloitte, las organizaciones “de alto desempeño” priorizan 2.5 veces más la innovación para alcanzar los objetivos de negocio que sus contrincantes. El 64% considera que la capacidad de su personal tecnológico de responder con rapidez a las nuevas tecnologías ha sido el habilitador principal de su éxito en el mercado.

Así que la inversión en innovación no debe detenerse. La tecnología será la punta de lanza en las estrategias de todo tipo de organizaciones de aquí en adelante, así que debe alinearse al negocio y no temer frente a la obligación de asumir el liderazgo en innovación.

De acuerdo con una investigación de Deloitte, que consultó a 100 CEO y 400 directivos de los departamentos IT en 19 países, advirtió que 9 de cada 10 CEO considera que la tecnología es fundamental para fortalecer y continuar impulsando la innovación en productos y servicios.

Innovación Empresarial: ¿Renovarse o morir?

La máxima para todas las empresas este año fue hacer más, más rápido y con menos recursos. A causa de la cuarentena y los profundos cambios en todos los ámbitos cotidianos, el mundo se vio en la necesidad de buscar la máxima eficiencia si quería mantenerse operando, y debió hacerlo sin malgastar ni un minuto. Frente a esa difícil situación, la nube y las tecnologías basadas en centros de datos, como los servidores virtuales, llegaron a transformarse no solo en un salvavidas para todo tipo de organizaciones, sino en una guía para los ecosistemas digitales del futuro próximo.

Un servidor virtual es un método de ejecutar múltiples sistemas operativos y aplicaciones en una sola máquina en la nube, para así aprovechar al máximo su poder de procesamiento. La virtualización simplifica las infraestructuras y las hace más eficientes, permitiendo que se desplieguen más rápido y que operen mejor. Esto habilita ahorros y entrega una administración de recursos mucho más controlada. Los costos reducidos no implican que sean una alternativa solo para organizaciones pequeñas: la alta escalabilidad de este tipo de despliegues hace valiosa su oferta para cualquier organización que requiera mayor capacidad y velocidad.

Hoy en día, esa definición aplica prácticamente a cualquiera que quiera mantenerse en el negocio, por lo que no es extraño que este mercado esté creciendo a una tasa proyectada de 17.1% anual durante los próximos cinco años, de acuerdo con datos de Business Wire.

La inversión mínima en hardware, el bajo gasto de energía y los altos estándares de seguridad son algunas de las características que están haciendo de esta tecnología parte inamovible de las estrategias IT. Uno de sus beneficios más apreciados es que simplifica la gestión de acceso, uno de los mayores dolores de cabeza en cuanto a ciberseguridad, y centraliza los datos para su acceso eficiente. Las aplicaciones empresariales pueden vivir en este ambiente, conectándose a otros servidores o servicios en caso de requerirse, bajo estándares estrictos usabilidad y eficiencia, para todos los usuarios que se requieran. Una capa adicional de seguridad son las conexiones mediante VPN a los servidores.

La escalabilidad es tal que se puede acceder a los planes de entrada de este servicio.

Los servidores cuentan además con certificaciones como la de ICREA Nivel IV, que asegura una disponibilidad del 99.99%, esto implica que prácticamente no existirán caídas en los servicios. Otras certificaciones como ISO 9001, 20000-1, 27001, 27018 y 27017, dan cuenta de la alta seguridad de la información, la protección de la información personal y óptimos niveles de servicio.

La promesa es clara: mayor productividad, menores costos y sin perder nunca el control ni arriesgar la información. Acceder a estos y otros beneficios está solo a un click de distancia.

En 2021 los servidores virtuales serán, sin lugar a duda uno de los principales aliados para las empresas que quieran mantener y optimizar sus ecosistemas digitales. La Unidad Empresarial y de Gobierno de Totalplay como líder en conectividad y telecomunicaciones te ofrece transferencias ilimitadas, con opciones de servidores, acceso a tus archivos desde cualquier dispositivo, trabajo colaborativo en la nube y mejor administración de información para todos tus colaboradores. ¿Qué esperas para elegir el servidor adecuado para tu empresa?

Los servidores virtuales se transformaron en uno de los aliados de mayor valor para las empresas en 2020.

Cada vez más, la empresa no tiene límites físicos fijos. No está en la oficina central ni en sus sucursales, no está en el centro de datos y ni siquiera está en la nube: es un todo difícil de definir que extiende su territorio a los dispositivos de cada empleado, a sus casas y conexiones particulares. Esta receta permite una flexibilidad alta en las organizaciones, pero plantea muchos desafíos de administración a nivel de accesos, seguridad y conectividad. Soluciones de ruteo se habían encargado del trabajo hasta hace unos años, pero la llegada de la nube y sus costos prohibitivos las están dejando en la obsolescencia.

Por fortuna aparecieron servicios de SD-WAN, como FlexNet, la red flexible Empresarial: un modelo definido por software para administrar las WAN, que permiten crear redes extendidas para conectar corporativos, sucursales y oficinas remotas. Es como si en lugar de confiar en las conexiones particulares de cada trabajador y sucursal, se estableciera una red directa de alta eficiencia y seguridad entre los servidores centrales, las sucursales, las diversas nubes y los equipos de trabajo.

Esto permite administrar de forma más eficiente los recursos, tener mayor visibilidad y control sobre la información y las cargas de trabajo y permitir una eficiencia mayor en aplicaciones y servicios empresariales.

Las empresas de cualquier tamaño pueden extender así su red sin necesidad de invertir en infraestructura nueva, con lo que se han reportado reducciones en costos de hasta 50%.

Además, refuerzan la resiliencia y la continuidad del negocio, al contar con múltiples vías por las que la información puede llegar a su destino, asegurando así que el negocio no se detenga ni por un minuto.

El aspecto de ciberseguridad, una de las preocupaciones más grandes de las empresas en crecimiento, en especial en un país como México que concentra la mayor cantidad de ataques informáticos en América Latina, se resuelve además con enlaces encriptados y conexiones directas.

No es extraño que el mercado global de SD-WAN esté creciendo a 34% anual y proyecte alcanzar un valor de $4,600 millones de dólares para 2023, de acuerdo con estimaciones de la firma Futuriom. El estudio adjudica esta popularidad a la agilidad, alta eficiencia y seguridad de las conexiones a la nube.

Otro elemento en el que las SD-WAN ganan ventaja es que son a prueba de la realidad que se aproxima: la nube híbrida. Tal y como señalaron los analistas de Capgemini a comienzos del año, y de Bain & Company más recientemente, el futuro de las redes empresariales es híbrido.

Las organizaciones que no se aproximen a este modelo tendrán una competencia muy dura en el futuro, al no conseguir los niveles de experiencia de servicio, seguridad y flexibilidad que exigirá la nueva normalidad. Gracias a los bajos costos, facilidad de administración y la capacidad de establecer nuevas redes privadas en solo 72 horas, las empresas tienen pocas excusas para no probar hoy mismo una solución SD-WAN.

SD-WAN: Flexibilidad, seguridad y bajos costos para la empresa híbrida del futuro.

Contar con Internet Simétrico solía parecer un lujo pero ahora puede determinar el éxito o el fracaso de una empresa. Basta con mirar a la conectividad en la oficina: hace unos años era suficiente contar con una velocidad de internet que permitiera enviar correos, bajar un par de imágenes y de vez en cuando algún video. Lo importante en ese escenario era la velocidad de descarga, y por lo mismo, los planes de internet ofrecían una velocidad de subida de datos mucho menor que la de bajada. Hoy lo digital está en el centro de las organizaciones, los archivos de todo tipo son cada vez más grandes y el mercado castiga las excusas del tipo “es que mi internet va lento”.

En pocas palabras, el Internet Simétrico ofrece el mismo ancho de banda para cargar o descargar información de internet. O sea: no hay que quitar el pie del acelerador en ninguna parte de la operación.

La llegada de la pandemia y su mundo remoto vino a profundizar la importancia de una velocidad de subida confiable. ¿Quién puede cerrar un negocio por videoconferencia si el interlocutor no puede verle con claridad o se interrumpe la conexión de forma constante? Incluso en oficinas con pocas personas, el envío de archivos, las aplicaciones en la nube, las videollamadas y hasta los teléfonos personales pueden acabar muy rápido con la velocidad máxima de subida permitida.

LOS BENEFICIOS DEL INTERNET SIMÉTRICO SE APRECIAN DE INMEDIATO.

Con una buena conexión tradicional, subir un video de 500Mb tarda alrededor de 17 minutos. Una conexión de fibra óptica simétrica de 300Mbps demora tres segundos en subir lo mismo. Además, la conectividad suele estar determinada también porque tantas empresas y personas estén compartiendo la misma red. Para eso, la Unidad Empresarial y de Gobierno de Totalplay cuenta con una red de 82,000 kilómetros de fibra óptica propia extendida por todo el país y que puede conectarse directo a la empresa. Esto garantiza un ancho de banda para uso exclusivo. No habrá “días malos” en la conectividad.

El poder de estas redes permite conectar corporativos, sucursales y oficinas remotas de manera ágil, segura y centralizada, gracias al servicio FlexNet/Red Flexible Empresarial que viene precargado y listo para contratarse.

En la nueva normalidad la conectividad es la carretera por la que se transita, opera, comunica y administra el negocio. Contar con una conexión que permita subir información con la misma velocidad y confiabilidad con la que se descarga, tendrá impactos a nivel de productividad, confianza del cliente y abrirá la puerta a la innovación y nuevos servicios tecnológicos. La ventaja competitiva es clara: especialmente hoy, con la incertidumbre del futuro próximo, las empresas que se muevan más rápido, con mayor flexibilidad y de forma más segura serán las que puedan enfrentar mejor todos los desafíos.

¿Qué es el Internet Simétrico y por qué lo necesitas en tu empresa?

La educación se encuentra en este momento, en el centro de una revolución. La pandemia obligó a las instituciones educativas a adoptar con rapidez herramientas digitales que permitieran la enseñanza a distancia, una tendencia que venía avanzando con lentitud en los últimos años y que ahora podría consolidarse de forma permanente. La necesidad forzó los cambios, pero los múltiples beneficios obtenidos permiten concluir que el futuro de la educación es digital.

A pesar de la adaptación necesaria para desplegar estos esfuerzos, las barreras están cayendo y tanto educadores como alumnos están siendo conquistados por las bondades de la tecnología. En una investigación de Microsoft que consultó a 500 miembros de comunidades educativas entre marzo y julio de este año, el 61% indicó que esperan comenzar el 2021 en un ambiente de aprendizaje híbrido, como parte de las actividades en línea y otras en una dinámica presencial; el 87% dijo que el uso de la tecnología en general para la educación será mucho mayor que antes.

Basta una mirada a las posibilidades para entender porqué. Las ofertas de educación a distancia (como la de la Unidad Empresarial y de Gobierno de Totalplay) ofrecen acceso a contenidos offline y en vivo, calendarización de actividades, gestión de exámenes, dinámicas de gamificación e integración con los sistemas previamente utilizados por las instituciones educativas. O sea: más y mejores datos, formas eficientes de gestionar el contenido y flexibilidad para enseñar de la forma que más acomode a profesores y alumnos. Además, todo puede ser entregado en un modelo Software-as-a-Service, así que las organizaciones ni siquiera necesitan contar con un equipo IT que realice la implementación y mantenimiento.

Los dos elementos mínimos recomendados para entregar un servicio de educación a distancia son el Sistema de Administración de Aprendizaje (LMS, por sus siglas en inglés) y una plataforma que permita el contacto en vivo entre educadores y alumnos. Education Elements, una empresa que trabaja con escuelas en Estados Unidos para digitalizar la sala de clases, recomienda para conseguir una relación educativa eficiente y perdurable, que las escuelas y los equipos encargados de la educación y el entrenamiento centralicen sus recursos en una locación única, como un LMS. De esta forma se puede mantener una continuidad en los contenidos, realizar un mejor análisis de los datos obtenidos y actualizar de forma eficiente los materiales a utilizar en cualquier momento.

Por otro lado, una institución educativa no es solamente un lugar que entrega contenidos de forma vertical y automatizada. No importa si las clases son 100% remotas o por completo presenciales, la construcción de una comunidad y un diálogo constante entre todos los actores será fundamental para hacer avanzar un paso más allá la calidad educativa. Para eso, contar con una comunicación cara a cara, en plataformas de video con capacidad de interacción y diálogo son una respuesta necesaria, en especial si están integradas con el LMS. Una reciente encuesta realizada por EdWeek a profesores, concluyó que las herramientas de video sincrónicas son las más efectivas para entregar contenidos, sin importar la materia que se esté enseñando.

La revolución digital en educación está solo comenzando, pero el momento para aprovechar todos sus beneficios es justo ahora.

El Aprendizaje a Distancia llegó para quedarse.

No importan las herramientas de productividad, capacitaciones o estrategias de trabajo que las empresas tengan: si no hay una conexión a internet estable, muy difícilmente conseguirán cumplir sus objetivos de negocio. Esta afirmación es especialmente cierta hoy, cuando un porcentaje importante de los trabajadores del mundo se encuentran trabajando de manera remota, dependiendo de sus conexiones de casa o incluso de su teléfono. Frente a este escenario, el Internet Dedicado podría ser una salvación para las empresas.

En una plática reciente, un grupo de experimentados directores de tecnología de organizaciones mexicanas lo dejó claro: la poca confiabilidad de las conexiones caseras ha sido una de las principales barreras para conseguir mantener la continuidad del trabajo en cuarentena. Muchos se han visto obligados, incluso, a contratar servicios específicos de conectividad para sus trabajadores clave.

El problema no acaba ahí. Utilizar redes públicas o sin la protección adecuada implica un riesgo de ciberseguridad alto, que podría resultar en robo de información, espionaje corporativo o vulneraciones más graves. Como además el uso de la nube empresarial se expandió cual virus por todo tipo de organizaciones, la necesidad de una conectividad confiable y directa con estas plataformas está siendo cada vez más fundamental.

Pero esta es solo la consolidación de una tendencia que venía creciendo aceleradamente. De acuerdo con un estudio de Enterprise Strategy Group, que consultó a 450 profesionales IT, de redes y ciberseguridad, ya en 2019 se esperaba que durante los próximos dos años la fuerza laboral remota o itinerante (que puede trabajar en distintas sedes de la empresa o desde su casa) representará el 51% de los trabajos en Estados Unidos. Frente a las necesidades de seguridad y confiabilidad que esta situación requiere, la utilización de conexiones de Internet Dedicado estaba en un proceso de alza sostenido.

Casi el 80% de las empresas contaban con por lo menos alguna conexión a Internet dedicada y un 10% ya estaba generando planes para contratar estos servicios en el plazo de un año. La pandemia sólo acelerará estas necesidades y le dará una ventaja competitiva a quienes las consideren dentro de su estrategia digital. Ya no será solo una línea directa a Internet limitada a los cuarteles generales, todo trabajador de alta importancia o sede remota debería contar con una.

Los beneficios generales que definen a las conexiones de Internet Dedicado son:

Velocidades de subida/bajada simétricas y estables.

Acuerdos de nivel de servicio (SLA) que aseguran el rendimiento y desempeño de las conexiones, incluyendo métricas más opacas como latencia, pérdida de paquetes o congestión (jitter).

Monitoreo proactivo de las redes y soporte 24x7x365.

Conexiones directas entre los puntos contratados y proveedores de servicio de nube, como AWS, Azure o Google Cloud.

En suma el de Internet Dedicado es una respuesta segura y confiable para todo tipo de empresas en un contexto de máxima movilidad. Pero no solo eso, cuando la pandemia pase, las organizaciones que hayan dado los pasos necesarios para acceder a estos servicios estarán mejor paradas en cuanto a seguridad y continuidad que sus competidores.

El Internet Dedicado ofrece protección y continuidad en tiempos de crisis.

La digitalización colectiva acelerada está incrementando los estándares para las empresas que quieran mantenerse en la competencia.

El mundo ha cambiado de forma radical en los últimos meses y el territorio de las tecnologías empresariales no es la excepción. Empujadas por la necesidad de mantener el negocio funcionando, organizaciones de todo tipo han acelerado sus procesos de transformación digital y recurrido a alternativas de colaboración remota. Cuando la crisis pase, esta evolución tecnológica colectiva habrá elevado el nivel de la competencia. Los negocios que queden fuera de la renovación verán su camino lleno de obstáculos.

“Hemos visto el equivalente a dos años de transformación digital en solo dos meses”, dijo el CEO de Microsoft, Satya Nadella en una conferencia reciente. El ejecutivo resaltó cómo la crisis había vuelto indispensable la habilitación de una oficina móvil, de una infraestructura cloud y de mejores políticas de ciberseguridad para las empresas.

De acuerdo con datos de la firma de análisis IDC, la prioridad del 68% de las organizaciones en la primera etapa de la pandemia fue implementar u optimizar sus capacidades de trabajo remoto. La segunda fase está consistiendo en reforzar la infraestructura de TI y las soluciones cloud (IaaS, PaaS, y SaaS), con el fin de optimizar costos y habilitar nuevas opciones de negocio, como el e-commerce, que ha tenido crecimientos de hasta 500% por semana. Para comienzos del 2021, la firma proyecta una recuperación económica empujada por el despliegue y la sinergia entre estas tecnologías, que permitirá el desarrollo de proyectos más sofisticados, como IoT, automatización avanzada y realidad virtual.

Douglas Brodie, director de Baillie Gifford, la administradora de inversiones que actualmente es la tercera accionista más importante de Tesla y una de las primeras que apoyó a Amazon, indicó a Forbes que el virus vino a cambiar las reglas del juego y que ya es hora de apostar por tecnologías que antes se veían relegadas al futuro. "El COVID-19 será muy posiblemente el catalizador de una apropiación de territorio digital, que tendrá a sus ganadores coronados en los próximos dos a tres años, en lugar de los diez que hubiera tomado normalmente", recalcó.

El accionista indicó que el ecosistema verá la caída rápida de las organizaciones que se han quedado atrás, con estructuras lentas, desconfianza de las plataformas digitales y con una cultura arraigada en el pasado. Por otro lado, tanto en negocios como en el comercio, esta escalada tecnológica se expresará a través de una aceleración en el crecimiento de las plataformas digitales y en nuevos actores disruptores y ágiles.

La eficiente implementación de herramientas y servicios tecnológicos será un parteaguas en la nueva normalidad, por lo que proveedores como la Unidad Empresarial y de Gobierno de Totalplay que puedan ofrecerlos asegurando la continuidad del servicio y la seguridad de la información, serán los socios de negocio ideales para cualquier tipo de empresa. Ya sea mediante la implementación de servicios en la nube, escritorios virtuales, telecomunicaciones o centros de datos, triunfar en la nueva normalidad dependerá de las decisiones que se tomen hoy.

Triunfar en la nueva normalidad requerirá de las herramientas correctas.

Incluso antes de que la crisis sanitaria empujara a una gran cantidad de fuerza laboral hacia el trabajo remoto, la transformación digital y la nube se habían vuelto cruciales para todo tipo de empresas. Una alta flexibilidad, escalabilidad y precios iniciales accesibles abrieron la digitalización incluso a organizaciones que no contaban con un departamento de TI bien establecido. Pero la complejidad de la nube es mayor de lo que muchos pensaban y muchos están descubriendo que los costos —en especial en un contexto de sana distancia— pueden dispararse dramáticamente si no se cuenta con una buena estrategia.

“La nube se ha vuelto mainstream”, indicó el reciente reporte State of the Cloud 2020, publicado por la firma de análisis IT Flextera. El estudio descubrió que 90% de las empresas en el mundo están utilizando por lo menos un servicio de cloud y que de ellas el 93% opera con estrategias de nube múltiple; pero otro de sus hallazgos fue más preocupante: el gasto en servicios innecesarios y un crecimiento de costos descontrolado están afectando a muchas compañías.

Una adopción acelerada de nube implica invertir dinero al mismo ritmo, dando como resultado que las organizaciones gasten en promedio 23% más de lo que tenían planificado inicialmente en su presupuesto para este apartado. Los cambios impulsados por la pandemia aumentarán esta carga en aproximadamente 26%: suficiente para impactar cualquier operación. Si conoces a tu enemigo y te conoces a ti mismo… Por supuesto, acceder a la nube de forma rápida y barata es perfectamente posible. Tanto quienes ya operen en este modelo y necesiten abaratar su gasto, como quienes estén hoy mirando a la nube para su nuevo proyecto, pueden seguir algunos consejos clave para salvaguardar sus finanzas.

Lo primero será, en todos los casos, planificar muy bien la estrategia. De acuerdo con la comunidad IT Dzone es importante realizar una investigación extensa sobre los diferentes modelos de nube posibles, cómo escalan sus costos con el tiempo y qué tipo de aplicaciones o servicios pueden beneficiarse más de este despliegue. Muchos proveedores ofrecerán una serie de descuentos y beneficios para usar sus plataformas, pero más que picar ese anzuelo, los tomadores de decisiones IT deberán conocer a profundidad sus necesidades y cómo podrían cambiar con el tiempo. Los niveles de servicio deberán analizarse con lupa antes de tomar una decisión.

Otro elemento fundamental será atar la estrategia al negocio. Por más que los encargados de Sistemas sean quienes dirijan el proceso de migración y las alternativas, debe ser el CEO quien marque el norte. El blog de Tangoe, empresa especializada en optimización de recursos IT, recuerda que muchas veces el despliegue de recursos en la nube es tan fácil y rápido que los directores de Sistemas contratan muchas más cosas de las que necesitan. Tener siempre los objetivos de negocio en la mira ayudará a mantener los pies sobre la tierra.

Por lo mismo, una de las estrategias que más ahorros producirá es tener muy claras las necesidades, potencialidades y riesgos tecnológicos en la organización. En ese punto aparecerá un fantasma habitual para los encargados de IT: la naturaleza de este mundo es cambiante y también deberá serlo la estrategia de nube. La optimización del gasto debe ser un proceso permanente, especialmente en momentos turbulentos.

En suma, la nube es sin duda el lugar donde las organizaciones de todo tipo deben estar si quieren ser competitivas, pero deberán hacer un análisis detallado de su operación y de sus objetivos si no quieren que su Opex termine, justamente, por los cielos.

La Unidad Empresarial y de Gobierno de Totalplay entiende la necesidad de las empresas de subirse a la nube pero sobre todo conoce las dificultades que se pueden presentar si no se hace de la forma correcta, por eso te ofrecemos diferentes servicios en la nube que podrás configurar justo a la medida de lo que tu empresa necesita con la asesoría y apoyo de nuestros expertos en tecnología.

Cómo migrar a la nube sin que el gasto de IT se salga de control.

El COVID-19 demostró que todas las empresas deben tener una estrategia de trabajo remoto seguro a la mano. Pero no es tan fácil como desconectarse de una computadora y conectarse a otra. Preocupaciones como la ciberseguridad, el acceso eficiente a aplicaciones y datos e incluso la estabilidad y fiabilidad de las conexiones a internet surgirán al instante, y con justa razón: pasarlas por alto podría tener consecuencias graves.

De acuerdo a una encuesta de Centrify, 71% de los tomadores de decisiones creen que el trabajo remoto aumentará las fugas de información relevante y los riesgos de seguridad, mientras 46% ya notó una explosión en el número de ataques de phishing. Sufrir una de estas agresiones no es poca cosa: el costo global promedio de una brecha de información es de USD$3.92 millones en 2020, de acuerdo con el reporte de IBM dedicado al tema.

Por fortuna, con una buena planificación y las herramientas correctas, mover las labores hacia el hogar puede ser una tarea rápida y poco costosa. Lo importante es resolver —primero que todo— tres puntos esenciales:

Conectividad: ¿Dónde se encuentra la información que necesita la empresa para operar? ¿Están en la nube las aplicaciones vitales como CRM, ERP y comunicación? No existirá trabajo remoto sin asegurar una buena conectividad para todos los involucrados. Uno de los primeros pasos que deben dar los expertos en IT es asegurarse que todo lo que necesite moverse a la nube se suba rápido y que los empleados tengan formas seguras de acceder a todas las aplicaciones que se habiliten. Alternativas de almacenamiento cloud, virtualización y soluciones como Flexnet, que permite generar redes extendidas, VPN con altos estándares de seguridad, son una de las salidas más fáciles y baratas a las que tendrán acceso.

Seguridad: Múltiples investigaciones han probado que la ciberseguridad es la más alta de las preocupaciones para las empresas al moverse hacia la nube. El trabajo remoto exigirá una estrategia que considere políticas de credenciales y accesos, bloqueo de amenazas, filtrado de contenidos e IPS. Soluciones como la Seguridad Perimetral de Fortinet serán muy útiles para los encargados de IT, al proteger el acceso desde puntos múltiples, reducir gastos operativos y minimizar la complejidad de la administración. Fomentar una cultura de ciberseguridad entre los trabajadores será, sin embargo, aún más importante.

Colaboración: Sin un buen diálogo entre equipos o acceso rápido y ubicuo a aplicaciones de productividad y comunicación, todo el experimento remoto podría desarmarse desde la base. No sirve de nada tener herramientas habilitadas si los empleados no las utilizan o lo hacen de forma incorrecta. La colaboración se sostendrá primero con facilidad de uso y en ese apartado las aplicaciones más familiares como G Suite siempre llevan la delantera. Lo importante será revisar las alternativas disponibles y ver cuáles se adaptan mejor a la empresa y su cultura.

Tres indispensables para el trabajo remoto: Conectividad, Seguridad y Colaboración.

El rápido avance de la emergencia sanitaria desatada por el coronavirus está regando consecuencias por múltiples campos. A pesar de que algunas regiones han logrado controlar la pandemia, expertos coinciden en que la lucha contra este virus se extenderá como mínimo 18 meses más. Pero ganar la batalla no significará de ninguna forma un retorno a la normalidad, especialmente para las empresas. El impacto en las formas de trabajo, la puesta a prueba de políticas de resiliencia y continuidad del negocio, y la experimentación forzada de herramientas tecnológicas de productividad modificarán todo: que el resultado sea un desastre o una victoria dependerá de las decisiones que se tomen hoy.

Los impactos llegarán a la organización en su conjunto, pero quienes tendrán algunos de los retos más grandes por delante serán los encargados de tecnologías de la información (TI). El primero e inmediato es el trabajo remoto que la cuarentena y el “distanciamiento social” obligan. No se puede enviar a los empleados a trabajar desde sus casas sin el involucramiento del equipo TI, y ese involucramiento tiene que comenzar mucho antes de se concrete la orden. Empresas como Amazon, Facebook, Google, Microsoft y Twitter ya han dado el paso, pero sus políticas remotas tienen años de esfuerzos y mucha inversión detrás. ¿Qué pasa cuando una organización menos preparada se ve obligada a subirse al trabajo remoto de un día para otro?

Lo primero que arriesgan es la seguridad de sus sistemas. En un reciente informe, el Laboratorio de investigación de ESET Latinoamérica, destacó —entre otros— tres desafíos significativos:

La seguridad física de los dispositivos de la empresa: No se trata de darle una laptop a todo el mundo y listo. Los dispositivos guardan muchas veces credenciales y datos que de caer en malas manos podrían transformarse en pérdidas millonarias. Las políticas de seguridad en este contexto deben considerar desde cifrado y protocolos de acceso avanzados hasta una opción Desktop-as-a-Service que permita un control mayor por parte de los administradores.

El entorno tecnológico del hogar: Nadie audita las vulnerabilidades del entorno doméstico antes de conectar sus dispositivos de trabajo o al utilizar sus propios dispositivos para realizar sus tareas. Tener políticas de movilidad empresarial como BYOD, CYOD, COPE o COBO ayudarán mucho, siempre que estén acompañados de una buena cultura digital de seguridad en los equipos.

El acceso a la red y sistemas internos de la compañía: Aún cuando este acceso esté habilitado solo para los equipos ligados a IT, siempre deberán extremarse precauciones, como utilizar VPN para evitar ataques del tipo man-in-the-middle, considerar el uso de máquinas virtuales que aseguren un entorno controlado, o apoyarse de los distintos modelos de nube para el acceso.

Estos tres elementos podrían considerarse la punta de un iceberg cuya responsabilidad caerá casi totalmente en los departamentos de TI y que también incluye la habilitación de sistemas de comunicación remota, aplicaciones colaborativas y de productividad, transicionar sistemas que usualmente solo se utilizan de forma local a la nube para su acceso remoto, y un etcétera que se plagará de imprevistos si no se cuenta con un plan bien diseñado. Eso sin siquiera considerar el tiempo y esfuerzo que requerirá educar y dar soporte a las personas en todas estas materias.

Las herramientas, marcos operativos y protocolos para facilitar estas tareas de forma segura existen, pero la rapidez con que la pandemia está afectando a muchos sectores está haciendo de estas decisiones un asunto de vida o muerte. La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) ya recortó sus proyecciones de crecimiento para prácticamente todos los países miembros. Coincidentemente, el mundo privado en general ya abandonó sus pronósticos financieros para el 2020, a la espera de tener una lectura más profunda de los impactos que el coronavirus dejará tras de sí.

Nadie estará a salvo de las consecuencias. Muchas organizaciones deben estar ahora suspirando con alivio al mirar la inversión que hicieron con anterioridad en la modernización de sus sistemas y cultura de trabajo. Si la transformación digital ya se estaba planteando hace años como un paso que las empresas debían dar si no querían quedarse obsoletas y desaparecer, el COVID-19 podría ser el ultimátum.

La contingencia esta forzando la transformación digital en las empresas.

Transformación digital ante la contingencia

MEF es una asociación de la industria sin fines de lucro, encargada de establecer los estrictos estándares de calidad y certificaciones que impulsan el crecimiento en la infraestructura y tecnología digital empresarial. Una empresa con certificación MEF garantiza que sus servicios cumplen con rigurosas especificaciones de alta calidad y funcionalidad simplificada así como una implementación ágil y sin tropiezos.

La certificación MEF 3.0 Carrier Ethernet posiciona a la Unidad Empresarial y de Gobierno de Totalplay como uno de los mejores proveedores de servicios de Internet en el mundo fungiendo como pieza clave en la nueva era digital ya que somos el primer y único carrier en obtenerlo mediante 2 de nuestras tecnologías: Ethernet y SD-WAN.

Hector Nava, Director de la Unidad Empresarial y de Gobierno de Totalplay declaró lo siguiente ante la obtención de este distintivo: “En la Unidad Empresarial y de Gobierno de Totalplay buscamos estar siempre a la vanguardia tecnológica y operativa, adecuándonos a las necesidades de nuestros clientes, pero también a ser socios estratégicos con el fin de eficientizar sus procesos, y disminuir sus costos, por lo que esta certificación es un paso más hacia la excelencia, ya que nos convertimos en el primer carrier con cobertura nacional en obtenerla.”

En la Unidad Empresarial y de Gobierno de Totalplay como líder en tecnología TELCO, nos comprometemos a continuar ofreciendo productos y servicios de calidad que satisfagan las necesidades de nuestros clientes, convirtiéndonos en un referente de la industria en México y reforzamos nuestro compromiso de ofrecer productos, soluciones y servicios que sean garantía de satisfacción e innovación para las empresas en nuestro país.

La Unidad Empresarial y de Gobierno de Totalplay recibe la prestigiosa certificación MEF 3.0 Carrier Ethernet.

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